Por Clementina Equihua Z.
De marzo a mayo florece el colorín: Erythrina americana.
En el centro de México y en el DF, las flores del zompantle o colorín están presentes en las mesas de las familias locales. De acuerdo con Gloria Cardona, en su libro delicias vegetarianas: las flores se lavan, se les quita el pistilo y los estambres (para que no amarguen) y luego se cuecen con sal. Los pétalos cocidos se pican y se revuelven con huevo. Es una flor con alto contenido protéico. En un estudio realizado por un equipo encabezado por A. Sotelo de la Facultad de Química de la UNAM y publicado en 2007 en la revista Plant Foods for Human Nutrition, reportan que las flores de colorín contienen alcaloides que se diluyen en el agua al cocer la flor, de ahí la importancia de deshacerse del agua de cocción.
La medicina tradicional dice que la roja semilla del zompantle tiene propiedades anti-inflamatorias y anti-paludismo, pero no se ha hecho investigación al respecto. Además es tóxica, aunque hay estudios que dicen que puede ser una buena fuente de proteínas, todavía no son concluyentes y es mejor no comerla. Las semillas de colorín se usan para hacer joyería o con otros fines ornamentales.
El colorín es un arbolito de unos 8 a 10 metros que durante los meses de marzo a mayo adorna con sus flores rojas jardineras, lotes baldíos y algunos camellones de la ciudad de México. Es una leguminosa nativa de nuestro país de la selva tropical perennifolia y oros ecosistemas con climas secos y semihúmedos. Fue una planta común de jardines y áreas verdes de la ciudad, pero desafortunadamente cada vez es más rara dentro de las zonas urbanas, quizá porque los jardineros dicen que sus raíces superficiales pueden romper banquetas y otras construcciones. Pero es una planta que tolera bien sitios soleados y no necesita mucha agua. Además es facilísima de propagar ya que si es cortada rebrota fácilmente.
Las alargadas flores del colorín son visitadas por colibríes y las semillas son dispersadas por las aves. En los estados de Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz es frecuente verla como cerca viva. Como es una leguminosa es buena fijadora de nitrógeno, y es quizá por esta razón que los agricultores de la región mixteca de Oaxaca aprecian su valor como fertilizante verde y para prevenir la erosión. El zompantle, chompantle, txompantle o colorín, es una especie nativa que, por su valor ecológico y cultural, debemos cuidar para que siga presente en el pasaje urbano.
De marzo a mayo florece el colorín: Erythrina americana.
En el centro de México y en el DF, las flores del zompantle o colorín están presentes en las mesas de las familias locales. De acuerdo con Gloria Cardona, en su libro delicias vegetarianas: las flores se lavan, se les quita el pistilo y los estambres (para que no amarguen) y luego se cuecen con sal. Los pétalos cocidos se pican y se revuelven con huevo. Es una flor con alto contenido protéico. En un estudio realizado por un equipo encabezado por A. Sotelo de la Facultad de Química de la UNAM y publicado en 2007 en la revista Plant Foods for Human Nutrition, reportan que las flores de colorín contienen alcaloides que se diluyen en el agua al cocer la flor, de ahí la importancia de deshacerse del agua de cocción. 
La medicina tradicional dice que la roja semilla del zompantle tiene propiedades anti-inflamatorias y anti-paludismo, pero no se ha hecho investigación al respecto. Además es tóxica, aunque hay estudios que dicen que puede ser una buena fuente de proteínas, todavía no son concluyentes y es mejor no comerla. Las semillas de colorín se usan para hacer joyería o con otros fines ornamentales.
El colorín es un arbolito de unos 8 a 10 metros que durante los meses de marzo a mayo adorna con sus flores rojas jardineras, lotes baldíos y algunos camellones de la ciudad de México. Es una leguminosa nativa de nuestro país de la selva tropical perennifolia y oros ecosistemas con climas secos y semihúmedos. Fue una planta común de jardines y áreas verdes de la ciudad, pero desafortunadamente cada vez es más rara dentro de las zonas urbanas, quizá porque los jardineros dicen que sus raíces superficiales pueden romper banquetas y otras construcciones. Pero es una planta que tolera bien sitios soleados y no necesita mucha agua. Además es facilísima de propagar ya que si es cortada rebrota fácilmente.
Las alargadas flores del colorín son visitadas por colibríes y las semillas son dispersadas por las aves. En los estados de Guerrero, Hidalgo, México, Morelos, Oaxaca, Puebla y Veracruz es frecuente verla como cerca viva. Como es una leguminosa es buena fijadora de nitrógeno, y es quizá por esta razón que los agricultores de la región mixteca de Oaxaca aprecian su valor como fertilizante verde y para prevenir la erosión. El zompantle, chompantle, txompantle o colorín, es una especie nativa que, por su valor ecológico y cultural, debemos cuidar para que siga presente en el pasaje urbano.