¿Sustentabilidad o Sostenibilidad?


Por Aurelia Vargas Valencia
Centro de Estudios Clásicos Instituto de Investigaciones Filológicas

Respecto a estos vocablos, el Diccionario de la Real Academia Española (DRAE) no cuenta con registro de ninguna de ellas, salvo de los adjetivos a partir de los cuales derivarían ambas voces "sustentable"; y "sostenible";. No obstante lo anterior, en la versión que tiene en proceso el citado diccionario —la 23ª edición, todavía sin publicar-, aparece la palabra "sostenibilidad" con la definición "cualidad de sostenible". 

Si nos remitirnos a la procedencia de ambas voces, que es latina, encontramos lo siguiente:
  1. Sostenibilidad. Existe el verbo que encontramos en fuentes de la antigüedad clásica “sustineo, sustines, sustinere, sustinui, sustentum”, cuyo significado es el siguiente: mantener, sostener, defender, contener, conservar // sustentar, mantener, alimentar. De este verbo provendría la palabra “sostenibilidad” (Vid. DRAE, s.v. “sostener”, de donde “sostenible”, adjetivo a partir del cual es factible la derivación del sustantivo “sostenibilidad”)
  2. Sustentabilidad. También existe el verbo sustento, sustentas, sustentare, sustentavi, sustentatum, cuyo significado es muy similar: sostener, mantener en buen estado, cuidar, conservar, apoyar, favorecer. El significado de este verbo es similar al del anterior (sustineo, sustinere), porque en realidad se forma a partir de una de sus formas (sustentum)¹. Del verbo sustentare se formaron varias palabras que se registran en el DRAE: sustentable, sustentación, sustentáculo, sustentador, sustentamiento, sustentante y sustento; y claramente la palabra “sustentabilidad” se ha formado como derivación directa y natural del adjetivo “sustentable”, aunque su uso no se encuentre todavía registrado en el Diccionario de la Real Academia Española.

Conclusión

En virtud de lo anterior, podemos aventurarnos a concluir que ambas formas son correctas en la medida que puede documentarse su origen de manera muy clara, pues “sostenibilidad” encuentra su raíz en el verbo “sustinere”, y “sustentabilidad” en el verbo “sustentare”. Pero no es un dato menor el que ambos verbos latinos estén emparentados, y más aún, que “sustentare” se haya derivado de “sustinere”: es posible que el nuevo verbo surgiera porque el anterior no estaba cubriendo del todo el ámbito de su significación o simplemente porque el nuevo sonaba mejor que el antiguo.

     Viniendo a la actualidad, y tomando en consideración los datos que se han vertido, “sostenibilidad” sería el término más genuino si tomamos en cuenta sólo el criterio del origen; sin embargo, en español es cacofónico por tener tantas íes², de ahí que se utilice frecuentemente el término “sustentabilidad”. Esto es así, quizá, porque se está reeditando el mismo fenómeno de la antigüedad.

     No obstante esto, sería pertinente verificar en los léxicos o la literatura propia del área especializada correspondiente, cuál es el vocablo que se registra, para determinar frecuencias o predominio de uso entre los especialistas, sería un dato que ayudaría quizá a inclinar la balanza en hacia uno de los dos términos en cuestión.

¹Se trata de la forma de “Supino”, de la cual derivan las formas de participio pretérito pasivo en español terminadas en ‒ado, ‒ido, ‒to, ‒so, ‒cho. Ejemplos: amare > amatum > amado; audire > auditum> oído; srcibere> scriptum> escrito; prendere > prensum> preso; facere> factum> hecho; sustinere > sustentum >sostenido; sustentare > sustentatum > sustentado.

²Fenómeno similar ha ocurrido con varios vocablos en la evolución del latín al español, es un fenómeno fonético llamado “disimilación”. Por ejemplo, hoy decimos “vecino” y no “vicino”, porque de las dos íes de vicinus una se disimiló a la vocal e.