Mariza Mazari Hiriart y Luis Zambrano González
Durante varios años en el Laboratorio de Ecología Química del Instituto de
Ecología y Laboratorio de Restauración Ecológica del Instituto de Biología,
hemos trabajado en San Gregorio Atlapulco, que es el humedal más grande de la
zona de Xochimilco. Nuestro trabajo ha consistido en realizar observaciones
sistemáticas durante distintas épocas del año.
El 25 de agosto de 2013 habitantes de San Gregorio nos reportaron la muerte de
aproximadamente cuatro toneladas de tilapias, una especie introducida. Para
conocer las condiciones ambientales acudimos a la zona para tomar muestras de
agua, sedimento y organismos en dos lugares del humedal.
Encontramos que el agua cambió del turbio verdoso a un rojo-naranja intenso,
mayor turbidez en el agua y una gran cantidad de peces muertos flotando en los
canales, así como un fuerte olor a descomposición. En las muestras de agua
nutrientes como el fósforo total y nitrógeno amoniacal, se presentaban en
concentraciones extremadamente altas, similar a los niveles que se detectan en
aguas residuales (negras) de origen doméstico. Otras mediciones de las
características físicas y químicas del agua también mostraron similitud con
agua residual de desecho doméstico concentrada. Por ejemplo, la concentración
de oxígeno fue cercana a cero, provocando condiciones de anoxia en la columna
de agua.
Además, encontramos que la presencia de bacterias coliformes (indicadoras de
contaminación fecal) superaba lo recomendado para riego por la
Organización Mundial de la Salud
y las leyes mexicanas (Norma Oficial Mexicana NOM-001-SEMARNAT-1996).
No encontramos que la columna de agua fuera tóxica pero los sedimentos sí, tal
vez debido a la aplicación de plaguicidas en los cultivos de la zona y su
progresiva acumulación. Algunos metales, como plomo y hierro, mostraron
valores que rebasan el límite estipulado por la ley mexicana para la
protección de la vida acuática.
Recolectamos cerca de 20 tilapias que, debido a su alto grado de
descomposición, fue imposible realizarles una necropsia confiable. Además,
encontramos los cuerpos de cuatro juveniles de axolotes (Ambystoma mexicanum)
a los que sí les hicimos necropsias y diferentes análisis que sugieren que el
episodio de mortandad pudo haber sido a que entró agua súbitamente con
sedimento. Ésta contenía una alta concentración de materia orgánica y
nutrientes que provocaron que disminuyera la cantidad de oxígeno, ocasionando
que tuviera cierto potencial tóxico. El oxígeno disuelto del agua fue
utilizado por las bacterias para llevar a cabo la degradación de la materia
orgánica, y fue lo que dejó a la columna de agua sin oxígeno, con un alto
contenido de sólidos, ocasionando la muerte de los peces y axolotes por
asfixia.
En conclusión
La cantidad de bacterias indicadoras son evidencia de materia fecal y
corresponden a aguas residuales de probable origen doméstico, que entró a los
canales sin previo tratamiento. Los peces muertos y flotando representan una
cantidad de materia orgánica adicional, algunos de los cuales al llegar al
sedimento propiciaron una acumulación aún mayor de materia orgánica en el
sistema. Las descargas de agua de mala calidad con sedimentos, materia
orgánica y contaminantes afectan a la fauna local, la cual ya se encuentra
debilitada por la contaminación cotidiana, que ha mermado su capacidad física.
Otra explicación es que se está utilizando a este humedal como laguna de
regulación en los momentos en los que algunas de las presas aledañas rebasan
su capacidad máxima. Si este es el caso, la entrada de esta descarga está
provocando que los sedimentos acumulados en la presa lleguen en poco tiempo a
los canales explicando el color rojizo del agua. Cuando entran sedimentos y
contaminantes repentinamente, se reduce drásticamente la cantidad de oxígeno
disponible para los organismos, lo que les provoca su muerte por asfixia. Para
corroborar esta explicación es necesario revisar la información sobre las
descargas de presas y la calidad de agua en el Sistema de Aguas de la Ciudad
de México.
Desde el punto de vista legal la calidad del agua en el humedal de San
Gregorio Atlapulco sobrepasa en varios parámetros los límites estipulados por
la ley mexicana para su aplicación en riego agrícola, por lo que el
Sistema de Aguas de la Ciudad de México
debería atender el asunto y responder ante este evento de la manera más pronta
posible, y prever que estas pueden ser las condiciones prevalecientes en casos
de eventos extremos.
Es imprescindible mantener sano el ecosistema de la zona de Xochimilco para la
ciudad de México ya que, además de ser patrimonio de la humanidad desde 1987,
es un área que brinda importantes servicios ecosistémicos.