El aumento en la popularidad del budismo tibetano puede haber salvado árboles

Por Roberta Kwok
Traducción de Esmeralda Osejo
Publicado originalmente el 1 de octubre de 2015 en Conservation This Week

Es lógico que, por lo general, los sitios religiosos se encuentren en un buen estado de conservación. En las zonas sagradas, los lugareños suelen prohibir la caza y las fogatas e incluso a veces restringen la recolección de plantas. Pero ¿cómo se comparan estos sitios con las reservas naturales protegidas de manera oficial por el gobierno?
     Para encontrar la respuesta, un equipo de investigadores estudió las montañas sagradas del Tíbet. Los sitios religiosos ocupan un promedio de alrededor de 25 kilómetros cuadrados cada uno, y las tradiciones en las que se venera a las montañas tienen siglos de antigüedad. “Dada su considerable extensión y larga historia, tienen un gran potencial para proporcionar beneficios de conservación a escala de paisaje”, escriben los autores.
     Los investigadores localizaron 41 áreas de montañas sagradas en el condado de Danba, que forma parte de la provincia china de Sichuan. Estos sitios religiosos abarcan alrededor de una quinta parte del área del condado. El equipo también estudió cuatro reservas naturales en la región, decretadas en el transcurso de las dos últimas décadas.
     Mediante imágenes satelitales, los investigadores analizaron la cobertura boscosa en tres fases: 1974-1989, 1989-1999, y 1999-2013. El equipo comparó la tasa de deforestación en las zonas sagradas de las montañas, en las áreas protegidas y en las áreas de “libre acceso” (que definieron como cualquier otro terreno que no incluyera casas o granjas). A la hora de calcular el porcentaje de cobertura boscosa, los autores del estudio llevaron un control de la elevación, inclinación y otros factores.
     El equipo encontró que las reservas naturales y las áreas de acceso libre tenían niveles similares de cobertura boscosa (alrededor del 58%), mientras que las zonas sagradas de las montañas tenían 66%. Probablemente, el hecho de que los sitios sagrados obtuvieran mejores resultados se debe a que han sido protegidos por mucho tiempo, mientras que las reservas fueron decretadas recientemente.
     Entre la primera y la segunda fase del estudio, la deforestación en los lugares no-sagrados aumentó de 40 a 111 hectáreas al año. En cambio, en las montañas sagradas la deforestación disminuyó ligeramente. Los autores sospechan que la disminución está vinculada con el aumento en la popularidad del budismo tibetano y la restauración de los monasterios en los últimos años de la década de 1980.
     Las montañas sagradas del Tibet “incrementan las reservas naturales al contar con el apoyo de los habitantes locales”, escriben los investigadores. Las reservas oficiales de la región están cortas de dinero y personal, de modo que les viene bien cualquier ayuda que puedan aprovechar.

Fuente: Shen, X. et al. 2015. Viable contribution of Tibetan sacred mountains in southwestern China to forest conservation. Conservation Biology DOI: 10.1111/cobi.12587
Colaboración con la revista Conservation de la Universidad de Washington, EUA.
Imagen de cabecera: © Stefano Tronci | Shutterstock