Bobos protegen sus huevos ensuciándolos

Fernando Mayani-Parás, Cristina Rodríguez y Hugh Drummond

Pensábamos que sabíamos cómo es que las aves con nidos expuestos esconden sus huevos de los depredadores: con exquisitos patrones de pigmentación que hacen casi imposible distinguir el huevo del sustrato o por disrupción visual de la forma del huevo. Ahora resulta que los bobos de patas azules, Sula nebouxii, y probablemente otras especies de aves, tienen bajo la manga un truco de camuflaje alternativo: ensuciar los huevos con material del sustrato del nido para ocultarlos de los depredadores.

     Durante más de tres décadas de monitorear la reproducción de los bobos en Isla Isabel, Nayarit, asumimos que el que los huevos estuvieran sucios con la tierra del nido era un accidente, una consecuencia de la incubación de la nidada en suelo húmedo, porque los padres no habían construido un nido verdadero. Ciertamente, los bobos giran los huevos en el nido, a veces encima de sus patas y más comúnmente debajo de estas, pero esta conducta se pensaba que era para controlar la temperatura. La gaviota parda, Larus heermanni, depreda los huevos de bobo. Los distingue cuando vuela encima de la colonia o cuando camina entre los nidos individualmente o en pandillas. Los bobos se defienden amenazando y atacando a las gaviotas a la vez que cubren sus huevos y pollos.

     Hace unos años les llevamos a colegas de la Universidad de Cambridge, en Inglaterra, expertas en analizar la pigmentación de huevos de aves y su función, una pequeña muestra de cascarones de huevos de bobos. Les impresionó su suciedad por lo que nos sugirieron que probáramos si ensuciarlos tendría alguna función de camuflaje. Tuvimos que hacer tres estudios de campo combinados para demostrar que cuando los bobos ensucian los huevos se reduce el riesgo de que las gaviotas los depreden.

     Primero analizamos imágenes digitales y confirmamos que la suciedad incrementa progresivamente durante los primeros 16 días de incubación. Después inspeccionamos los datos de sobrevivencia de 3,668 nidadas cuyos padres sólo pusieron un huevo. Nuestros datos, obtenidos a lo largo de 30 temporadas reproductivas, demuestran que la probabilidad de que se pierdan huevos, principalmente por la depredación por gaviotas, declina con el paso del tiempo, principalmente en los primeros días de incubación Por último y para redondear nuestro estudio, hicimos observaciones directas con un sencillo experimento que consistió en colocar huevos de gallina sucios y limpios en nidos artificiales. Con este experimento demostramos que la suciedad reduce la depredación de huevos por gaviotas.

     Pelícanos y flamencos también ensucian a sus huevos, lo que podría ser una estrategia de camuflaje que cuesta poco, desde el punto de vista energético para el ave, y funciona igual de bien, cualquiera que sea el color del sustrato. Incluso, les podría permitir colonizar nuevos hábitats para anidar.

     La pregunta ahora es si la selección por ensuciamiento ha conducido a la evolución de características conductuales y fisiológicas que la propician, como por ejemplo la selección del sitio de anidación. la conducta de incubación, o la evolución de cascarones con una ultraestructura fácil de ensuciar, es decir muy absorbente.

Fuente

Mayani-Parás, F., R.M. Kilner, M. Caswell Stoddard, C. Rodríguez y H. Drummond. 2015. Behaviorally Induced Camouflage: A New Mechanism of Avian Egg Protection. American Naturalist 186: E91-E97. DOI: 10.1086/682579