Investigadores usan telarañas como herramienta para medir la biodiversidad

Por Sarah DeWeerdt
Traducción de Esmeralda Osejo
Publicado originalmente el 1 de diciembre de 2015 en Conservation This Week

Durante millones de años, las telarañas han sido excelentes para atrapar cosas. Ahora, los investigadores han empezado a ponerse de acuerdo en la forma en la que podrían usar esta habilidad para tejer para sus propios fines. Una prueba de concepto publicada recientemente en la revista académica PLOS ONE muestra que es posible extraer ADN de las telarañas e identificar las especies de las cuales proviene el material genético, lo cual sugiere una posible nueva herramienta para estudiar a las arañas y sus presas.
     Investigadores colectaron telarañas de viuda negra durante una exposición en el zoológico Potawatomi en South Bend, Indiana, y les extrajeron ADN utilizando un procedimiento similar al que se usa con las mudas de piel de los reptiles. Después compararon el ADN encontrado con las secuencias genéticas conocidas, llamadas “códigos de barras de la vida”, que contienen características que son particulares a diferentes especies de organismos.
     Los investigadores identificaron ADN de viuda negra americana (Latrodectus mactans) en las tres telarañas tomadas como muestra. También encontraron ADN de grillos domésticos (Acheta domesticus) con los que los trabajadores del zoológico alimentaban a las arañas.
     Incluso encontraron el mismo ADN de arañas y grillos en una cuarta telaraña (ésta pertenecía a una viuda negra común, L. hesperus) recogida 88 días después de que la araña había muerto y la habían retirado de la exhibición del zoológico. Esto sugiere que el ADN ambiental puede permanecer en las telarañas por largos períodos de tiempo.
     Las telarañas utilizadas para el estudio fueron colectadas en ambientes de interior controlados. Futuros estudios tendrán que ayudar determinar si las telarañas obtenidas de otros hábitats durante el trabajo de campo también son fuentes confiables de ADN. Además, el método de análisis de ADN utilizado en el estudio depende de la posibilidad de tener acceso a buenas bibliotecas de “códigos de barras de la vida” que, en el caso de algunos grupos, todavía se encuentran en fase de construcción.
     Aun así, los investigadores aseguran que estos descubrimientos abren la posibilidad de utilizar el ADN obtenido de las telarañas en una amplia variedad de estudios ambientales. Las telarañas abundan y son fáciles de encontrar, mientras que las arañas suelen ser más escurridizas. Analizar el ADN de las telarañas podría ayudar a los científicos a medir la biodiversidad de las arañas sin dañarlas o molestarlas a ellas (estudiar el ADN es una estrategia particularmente efectiva en el caso de las arañas, ya que son extremadamente difíciles de identificar con base en su apariencia).
     El ADN encontrado en las telarañas puede ayudar a los científicos a monitorear la propagación de arañas invasoras, a identificar la presencia de plagas venenosas, a cartografiar la distribución y a evaluar la diversidad genética de especies raras o en declive.
     El poder extraer de las telarañas el ADN de las presas también podría aportar a los estudios sobre la alimentación de las arañas, así como revelar la estructura de las comunidades de artrópodos y permitir el monitoreo de determinadas especies de insectos.
     El ADN no es el límite: estudios anteriores han mostrado que las telarañas también almacenan polen, esporas de hongos, y pesticidas de su entorno. Bajo esta perspectiva, una telaraña empieza a revelarse como un resplandeciente microcosmos representativo de su ambiente.
     “Las pegajosas telarañas son recolectores naturales de muestras, ya que atrapan insectos cercanos y otras cosas que el viento arrastra”, dice Charles Cong Xu, el autor principal del estudio. “Vemos potencial para un amplio monitoreo ambiental, dado que las arañas tejen sus telarañas en una gran cantidad de lugares”.

Fuente: Xu C.C.Y. et al. “Spider web DNA: A new spin on noninvasive genetics of predator and prey.” PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0142503.
Colaboración con la revista Conservation de la Universidad de Washington, EUA.
Imagen: "Southern black widow spider (Latrodectus mactans) is with its prey house cricket (Acheta domesticus) trapped in spider web". Autor: Scott Camazine.