¿Los niños pueden hacer ciencia ciudadana?

Por Roberta Kwok
Traducción de Esmeralda Osejo
Publicado originalmente el 30 de noviembre de 2015 en Conservation This Week

Los ciudadanos científicos ayudan a los investigadores a monitorear desde plantas en peligro de extinción hasta huevos de mariposa monarca. Sin embargo, estos observadores aficionados suelen ser adultos. ¿Será posible que los niños ayuden también?
     En un estudio publicado en PLOS ONE, los científicos pusieron a prueba a 302 estudiantes de primaria en Alemania para medir su capacidad para hacer ciencia urbana. Los niños, inscritos en 10 escuelas pertenecientes tanto al área urbana como al área rural, tenían entre 8 y 10 años.
     El experimento se llevó a cabo de la siguiente manera: cada clase recibió seis kits con 10 granos de avena y 10 semillas de trébol rojo cada uno. En el patio de la escuela, los estudiantes protegieron cada grupo de semillas con distintas clases de barreras: estructuras de malla de alambre, cajas de Petri, techos para la lluvia y rejas contra babosas. Cada una permitía la entrada a un solo tipo de animal. Por ejemplo, a un grupo de semillas sólo se podían acercar las lombrices de tierra, a otro los pequeños roedores, etcétera.
     En algunas clases, todas las barreras se montaron al mismo tiempo, en pequeños grupos; en otras clases, cada grupo las montó una por una. Un científico dirigía las clases, mientras un profesor la supervisaba.
     Unos días después, los niños contaron las semillas que quedaban. También buscaron semillas cercanas (que habían marcado con pintura fluorescente) con la ayuda de lámparas UV. Durante otra fase del experimento, los estudiantes calcularon el porcentaje de cobertura vegetal y midieron la altura de las plantas del lugar. Los científicos llevaron a cabo las mismas actividades de observación que los niños.
     A los niños les fue bastante bien en el conteo. Los pequeños y los científicos reportaron números similares de granos de avena, y la cantidad de semillas de trébol rojo fue más cercana en los casos en los que los estudiantes habían montado los sistemas de protección al mismo tiempo. De cualquier manera, la medición que los niños hicieron de la altura y la cobertura vegetal fue muy diferente a la de los científicos, quizá debido a que no entendieron las instrucciones o a que les resultó difícil proporcionar estimaciones.
     A pesar de la disparidad de los resultados, los autores se sienten optimistas y creen que los niños podrían involucrarse en la ciencia ciudadana siempre y cuando las tareas sean lo suficientemente simples. “Durante la infancia nunca es demasiado pronto para empezar a promover la conciencia de la naturaleza”, escriben los investigadores.

Fuente: Miczajka, V.L., A.-M. Klein, y G. Pufal. 2015. “Elementary School Children Contribute to Environmental Eesearch As Citizen Scientists”. PLOS ONE. DOI: 10.1371/journal.pone.0143229.
Versión en inglés: Can Kids Do Citizen Science?
Colaboración con la revista Conservation de la Universidad de Washington, EUA.
Primera imagen: © www.BillionPhotos.com | Shutterstock
Segunda imagen: © Miczajka, V.L., A.-M. Klein, y G. Pufal. 2015. PLOS ONE DOI: 10.1371/journal.pone.0143229.