La clave para reducir a la mitad la brecha alimentaria global está en el manejo del agua

Por Catherine Elton
Traducción de Esmeralda Osejo
Publicado originalmente el 4 de marzo de 2016 en Conservation This Week

Para alimentar a la población global, será necesario producir entre 60 y 100% más calorías de los cultivos en 2050, y esto debe hacerse sin acabar de paso con el planeta. Ha habido muchos debates sobre cómo cerrar la susodicha “brecha alimentaria”; sin embargo, muy pocos se han centrado en la mejora en el manejo del agua, dice el investigador Jonas Jägermeyr del Potsdam Institute for Climate Impact Research de Alemania. Esto es sorprendente, si consideramos que la agricultura es el principal consumidor de agua dulce en el planeta.

     Jägermeyr afirma que parte del motivo por el cual el manejo del agua es una solución que se pasa por alto es que el alcance que puede tener en el aumento de las cosechas no se había estudiado a mayor escala hasta ahora. Un estudio a partir de modelos, del que Jägermeyr fue co-autor recientemente para la revista académica Environmental Research Letters, es el primer análisis global de esta clase en llevarse a cabo, y demostró que las medidas integrales de administración del agua podrían, de manera factible, reducir la brecha alimentaria global a la mitad, sin tener que convertir nuevos terrenos en granjas ni tener que traer más agua de los cuerpos naturales de agua.
“Hay un gran potencial asociado con un mejor uso del agua en la agricultura”, dice.

     Los investigadores utilizaron simulaciones biofísicas por computadora para calcular cómo una variedad de técnicas de regulación del agua (incluyendo algunos procedimientos en los que se necesitaba muy poca tecnología) afectan la producción agrícola bajo las circunstancias climáticas actuales y ante una variedad de posibles escenarios de cambio climático a futuro. Estas simulaciones incluyeron medidas para preservar la humedad del suelo, tales como dejar residuos de cosechas previas sobre la tierra o cubrir el suelo con mantillo o plástico. Para la agricultura de temporal, las medidas de regulación incluían colectar el agua que se escapa de las tierras de cultivo para utilizarla durante los períodos de sequía, así como implementar medidas como surcar al contorno y terraplenar los terrenos agrícolas para prevenir el escurrimiento del agua. También tomaron en cuenta la mejora de los sistemas de irrigación.

     Los investigadores evaluaron tres escenarios posibles según los grados de implementación de dichas técnicas. El escenario intermedio (al que Jägermeyr considera ambicioso pero factible) muestra que una combinación de estas técnicas puede aumentar la producción calórica de los cultivos en un 41%. La ganancia sería aun mayor en las áreas en las que la escasez de agua es el principal factor que limita el aumento en las cosechas. Mejorar el manejo del agua se vuelve especialmente importante de cara al cambio climático, a causa del cual se prevé que aumenten las sequías y la variabilidad de los patrones de lluvia.

     Para Jägermeyr, ahora que los números están puestos (y son tan impresionantes), es momento de que el manejo del agua ocupe un lugar más importante en las discusiones sobre cómo alimentar el planeta.

Fuente

Jägermeyr, J. et al, 2016. "Integrated Crop Water Management Might Sustainably Halve the Global Food Gap". Environmental Research Letters (11). DOI: 10.1088/1748-9326/11/2/025002

Colaboración con la revista Conservation de la Universidad de Washington, EUA.

Imagen: "Texas A&M AgriLife Research” de Kay Ledbetter