Periodistas de ciencia visitan laboratorio en el Instituto de Ecología UNAM

Berenice Santos Anastacio, Jessica Gamiño González e Israel Colchado Flores

El Instituto de Ecología de la UNAM fue una de las sedes del Primer Programa de Residencia para Periodistas de Ciencia, Salud, Tecnología y Medio Ambiente, organizado por la Red mexicana de Periodistas de Ciencia (RedMPC), el Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) y el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt).

     El martes 3 de octubre, los científicos Elena Álvarez Buylla y Maximino Aldana, miembros del Centro de Ciencias de la Complejidad (C3) impartieron conferencias a los periodistas participantes. Además, los periodistas realizaron una práctica de laboratorio para determinar la presencia de maíz transgénico en cinco alimentos típicos de la dieta mexicana.

     En la conferencia titulada “Biomonitoreo de transgenes y herbicidas en maíz en México”, Álvarez Buylla, investigadora del Instituto de Ecología, habló acerca de los riesgos a la salud y al medio ambiente debidos al cultivo y consumo de maíz transgénico; especialmente en un país como México, en donde para la científica, “la oferta de alimentos libres de transgénicos es prácticamente nula”.

     Aunque el cultivo de maíz transgénico en México está prohibido por el momento, un tercio del maíz que se consume en el país es importado y puede ser transgénico. La investigadora destacó el hecho de que no existen en el país normativas que permitan al consumidor conocer con precisión qué contienen los alimentos que se venden al público.

     Además, advirtió que estos cultivos podrían progarse a costa del maíz nativo, lo que acabaría con la gran diversidad de maíz en México.

     La Dra. Álvarez Buylla destacó la importancia del activismo de ciencia; pues para ella, es una falta de ética profesional que los científicos dejen las investigaciones en las aulas y laboratorios, dado que la labor de difusión y denuncia es esencial para que el conocimiento sirva a la sociedad.

     Uno de los propósitos que tiene la residencia es que los periodistas se acerquen al conocimiento científico de primera mano, mediante conferencias y prácticas de campo. Por ello, se llevó a cabo una práctica en el Laboratorio de Genética Molecular, Desarrollo y Evolución de Plantas, del mismo Instituto.

     La práctica consistió en comprobar si existen secuencias transgénicas en productos de maíz como: tostadas, frituras, harina y pasta. Los periodistas se dividieron en tres equipos, y fueron asesorados por la Dra. Brenda Ramón Ponce, la bióloga Eva Margarita Quiroga García y la química en alimentos Brenda Gutiérrez Contreras.

     Los periodistas, vestidos con bata blanca, guantes y gafas protectoras, seleccionaron un alimento para analizar. Posteriormente, siguieron las instrucciones de sus respectivos asesores para realizar la extracción de ADN y comprobar si tienen secuencias transgénicas.

     Los resultados dejaron sorprendidos a los periodistas: todos los alimentos analizados dieron positivo a la presencia de transgénicos. Además, muchos de estos alimentos son parte de la dieta típica de los mexicanos, lo que implica que muchas personas comen alimentos con maíz transgénico sin siquiera sospecharlo. Esto representa un resultado al que varios periodistas quieren dar seguimiento.

Microbioma

Maximino Aldana, investigador titular del Instituto de Ciencias Físicas de la UNAM, finalizó la jornada con la conferencia “Biología de sistemas para el estudio del microbioma y su influencia en enfermedades humanas”. En su charla, el doctor en Física destacó la importancia del microbioma como una de las líneas de defensa en contra de muchas enfermedades.

     Es la relación entre el microbioma y el cuerpo humano un problema complejo: cualquier cambio en uno afectará inevitablemente al otro; lo cual no quiere decir que, como en tiempos pasados, tengamos que vivir en una lucha para terminar con las bacterias que habitan nuestro cuerpo. Por el contrario, en su gran mayoría el microbioma puede ser una barrera para que bacterias más nocivas colonicen nuestro cuerpo.

     Por ejemplo, cuando el hombre utiliza antibióticos afecta la composición de su microbiota, que a su vez puede volver al hombre más susceptible a otras enfermedades.

     Para Aldana el problema se agrava, pues, “el mayor riesgo de usar antibióticos indiscriminadamente no es generar una cepa resistente —que de por sí es grave—, sino que estamos matando a nuestro microbioma”, enfatizó.

     Las conferencias y la práctica de laboratorio en el Instituto dejaron nuevos conocimientos y dudas a los periodistas, así como la posibilidad de abordar estos temas desde el periodismo de ciencia utilizando su experiencia en el Programa de Residencia para generar un producto periodístico.