Alejandra Miguel
La mayoría de los bosques tropicales secos de México se encuentran en la costa
del Pacífico, una de sus características es la estacionalidad de las sequias y
que de vez en cuando llegan huracanes. Estos últimos son considerados
disturbios ambientales ya que son eventos que afectan al ecosistema en un
periodo corto de tiempo. Cuando un huracán toca tierra ocasiona efectos
directos en el ecosistema, uno de ellos es la defoliación y perdida de
biomasa; lo cual puede ocasionar cambios en la composición del ecosistema y en
su capacidad de volver a las condiciones iniciales.
Huracanes y medio ambiente
Los huracanes son eventos hidrometeorológicos, que pueden ocasionar
perturbaciones en el ecosistema. Uno de los efectos más visibles es la
apertura del dosel por la caída de las hojas, árboles y ramas rotas o
derribadas por el viento. Otro efecto no tan visible es la entrada de
elementos como el nitrógeno (N), fósforo (P) y carbono (C) al suelo en
cantidades superiores a la normal. Lo cual, debido a la entrada de elementos
extra al suelo, ocasiona que la severidad del huracán sea mayor, porque se
altera la tasa de descomposición de la materia y del ciclo de nutrientes.
Estudios previos han demostrado que, con la presencia de lluvias atípicas por
los huracanes, cambia la disponibilidad de agua y entonces se modifican los
patrones de crecimiento de la vegetación. También se modifican las etapas del
ciclo de vida de los árboles, más visiblemente porque aumenta la caída de las
hojas y, por lo tanto, la cantidad de hojarasca.
Angelina Martínez-Yrízar y los coautores del articulo Resilience of tropical
dry forest productivity to two hurricanes of different intensity in western
Mexico publicado en la revista Forest Ecology and Management, analizaron la
resiliencia del bosque tropical seco de Chamela-Cuixmala después de dos
huracanes. Para lo cual ocuparon datos pertenecientes a un proyecto de largo
plazo obtenidos de la estación de Biología Chamela. Los huracanes que
estudiaron y que impactaron al bosque de la región fueron Jova (categoría 2)
de octubre del 2011 y Patricia (categoría 4) de octubre del 2015. Para conocer
el efecto de ambos huracanes, recabaron información de 1983 a 2015, sobre la
producción de hojarasca y la precipitación.
¿Cómo medir la resiliencia?
La hojarasca, además de ser un predictor de la productividad primaria neta, la
cual se refiere a la cantidad de energía o carbono que puede fijar un bosque
en determinado tiempo. También es, gracias a su estacionalidad, un buen
indicador del comportamiento del bosque en respuesta a un disturbio ambiental;
por lo cual esta fue una de las variables que analizaron.
Para entender el comportamiento del bosque tropical, los investigadores usaron
los siguientes conceptos: la resistencia, la recuperación y la resiliencia. La
resistencia es la capacidad para minimizar los cambios ocurridos ante un
disturbio en relación con las condiciones previas. La recuperación es la
capacidad de restaurar las funciones del ecosistema en relación al cambio
experimentado durante el disturbio. Finalmente, la resiliencia es la capacidad
de volver a las condiciones previas al disturbio. Por lo tanto, para medir la
resiliencia total de bosque tropical seco los investigadores analizaron los
datos haciendo uso de los tres conceptos juntos.
Entonces… ¿Qué ocurrió?
Los resultados del estudio demostraron que, tras el paso de ambos huracanes,
la caída de hojarasca se modificó con respecto a los años sin huracanes.
Normalmente, en años sin disturbio, cae más hojarasca durante la época seca y
poca durante la época húmeda. Sin embargo, cuando ocurrieron los huracanes; en
la época seca cayo un mínimo de hojas debido a la mayor disponibilidad de agua
y nutrientes provocado por la presencia de los huracanes.
Los investigadores concluyen que el impacto de los huracanes ocasionó que se
recorriera la temporada de caída de hojarasca de la estación seca a la
estación húmeda. También explican que el bosque tropical seco de
Chamela-Cuixmala tuvo mayor resiliencia después del huracán Jova en
comparación con el huracán Patricia.
Para saber más
- Lloret, F., Keeling, E. y Sala, A. (2011) Components of tree resilience: effects of successive low-growth episodes in old ponderosa pine forests. Oikos 120, 1909–1920.http://dx.doi.org/10.1111/j.1600-0706.2011.19372.x.
- Martinez-Yrízar, A., Jaramillo, V., Maas, M., Búrquez, A., Parker, G., Yépiz, A., Araiza, S., Verduzco, A. y Sarukhán, J. (2018) Resilience of tropical dry forest productivity to two hurricanes of different intensity in western Mexico. Forest Ecology and Management. https://doi.org/10.1016/j.foreco.2018.02.024
- McGroddy, M., Lawrence, D., Schneider, L., Rogan, J., Zager, I. y Schmook, B. (2013) Damage patterns after Hurricane Dean in the southern Yucatán: Has human activity resulted in more resilient forests? Forest Ecology and Management. 310(15), 812-820. https://doi.org/10.1016/j.foreco.2013.09.027