Pablo Gesundheit
Instituto de Ecología y Facultad de Ciencias, UNAM
Los ríos, lagos y hábitats asociados de todo el mundo han sido severamente
impactados por la actividad humana. México tristemente no es excepción a esta
situación global, y sabemos que estamos perdiendo rápidamente una buena parte
de nuestra biodiversidad acuática como consecuencia de las modificaciones
debido a la actividad humana. Los impactos pueden agruparse en tres grandes
categorías: la contaminación, la alteración del comportamiento hidrológico y
la introducción de especies no nativas.
En este estudio nos enfocamos en el impacto que tienen los peces introducidos
sobre los nativos en el centro de México, una zona donde los primeros se han
vuelto comúnes y abundantes. Consideramos el área comprendida, de manera
aproximada, entre las ciudades de México, San Luis Potosí, Durango y Colima.
Esta zona, que incluye a muchas de las grandes ciudades del país, alberga al
mismo tiempo a una gran cantidad de especies de peces, muchas de las cuales
son endémicas a ella. Dentro de estas especies se encuentran el grupo de los
goodeidos o mexcalpiques, peces vivíparos que, por varios años, han sido un
modelo de estudio del Dr. Constantino Macías y su grupo de trabajo, los
charales y pescados blancos, muchos ciprínidos o carpitas, poecílidos y varios
otros más. Para nuestra investigación visitamos cerca de 80 localidades en el
área y comparamos las comunidades actuales de peces con las reportadas
históricamente, notando también la presencia de especies no nativas y la
calidad del agua. Estimamos después el grado de modificación hidrológica en
cada localidad. Por modificación hidrológica debe entenderse toda alteración
de la cantidad y manera en la que fluye el agua naturalmente en un sitio.
Los resultados que obtuvimos muestran que la presencia de especies
introducidas y la mala calidad de agua se relacionan estrechamente con la
pérdida de diversidad.
Pudimos también comprobar que la situación de la fauna de peces de agua dulce
en el centro del país es realmente preocupante, pues sólo encontramos el 40%
de las poblaciones que esperábamos encontrar en nuestro muestreo, y la riqueza
promedio de especies que hallamos en la zona es tan sólo de la mitad de lo que
originalmente era. Solamente el 17% de las comunidades que muestreamos
resultaron estar taxonómicamente intactas, y el 70% de ellas incluían al menos
a una especie introducida.
Encontramos, como lo han notado estudios previos, que los manantiales han
resultado ser repositorios de diversidad, y sugerimos por lo tanto concentrar
en ellos esfuerzos de conservación. Aunque suelen tener agua de muy buena
calidad, son vulnerables a la desecación y a la modificación extrema, debido a
su pequeño tamaño. Por ejemplo, frecuentemente son convertidos en balnearios.
Sugerimos también tomar medidas para mejorar la calidad del agua y evitar la
introducción indiscriminada de especies en todos los cuerpos de agua.
Fuente
Gesundheit, P. y Macías, C. (2018) The role of introduced species in the
decline of a highly endemic fish fauna in Central Mexico. Aquatic
Conservation: Marine and Freshwater Ecosystems, 1-12
https://doi.org/10.1002/aqc.2927