Omar Rios con información de The Guardian, CNBC y CNN
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La candidata presidencial demócrata a la presidencia de los Estados Unidos, Elizabeth Warren ha presentado un ambicioso plan de justicia ambiental y climática que coloca a las comunidades pobres de color en el centro de un amplio paquete de reformas destinado a reforzar la protección ambiental, frenar la contaminación y preservar el agua y el aire limpios.
La propuesta política detallada se basa en los 17 principios fundamentales de justicia ambiental formulados en 1991 por la Cumbre Nacional de Liderazgo Ambiental de la Gente de Color, ampliamente elogiados pero ignorados por los gobiernos federales. La senadora por el estado de Massachusetts argumenta que la crisis climática representa una oportunidad única en esta generación para enfrentar décadas de discriminación ambiental e injusticia alimentadas por la economía de combustibles fósiles.
Aunque en su plan, ella misma destaca que “tampoco podemos combatir el cambio climático con una economía de bajos salarios. Los trabajadores no deberían verse obligados a hacer una elección imposible entre trabajos en la industria de combustibles fósiles con salarios y beneficios superiores y empleos en la economía verde que pagan mucho menos”.
Warren se compromete a hacer que con su plan las compañías que protejan el ambiente estarán en posibilidad de brindar salarios justos, licencia médica y familiar pagada y derechos de negociación colectiva. En un guiño a la base obrera de Trump, promete garantizar que la transición del Acuerdo Verde no deje atrás las inversiones para capacitar a trabajadores de compañías que todavía trabajan con combustibles fósiles (mineros de carbón, trabajadores de plataformas petroleras y constructores de tuberías).
El plan también promete evaluaciones de datos más proactivas y coordinadas por parte de las agencias del gobierno federal para identificar comunidades en riesgo debido a la contaminación, que según la senadora, afectará la forma en que las corporaciones obtienen permisos bajo las leyes de aire limpio y agua.
Con respecto al agua su propuesta destaca los desafíos generalizados que enfrentan las comunidades rurales y urbanas en todo el país para acceder al agua limpia, como resultado de una inversión inadecuada en los sistemas públicos de agua y la aplicación deficiente de los estándares de calidad del agua como los que llevaron a grandes escándalos de salud en algunas ciudades de los Estados Unidos. También quiere aumentar el Programa de Administración de la Conservación a $15 mil millones anuales para ayudar a limitar la contaminación agrícola que daña los pozos locales y los sistemas de agua.
El punto final de su plan de cinco puntos se basa en compromisos anteriores para enjuiciar agresivamente a la contaminación que provocan las grandes compañías, especialmente aquellas que contribuyen a la crisis climática y la discriminación ambiental. Esto iniciativa podría hacer que los ejecutivos de estas empresas paguen fuertes multas o incluso que lleguen a la cárcel por negligencia que resultó en daños ambientales.
Fuentes
- Laughland O. y Lahkani N. 2019. Elizabeth Warren debuts ambitious plan to tackle environmental racism. The Guardian.
- Newburger E. 2019. Elizabeth Warren unveils a $1 trillion environmental justice plan for low-income communities. CNBC.
- Sullivan K. 2019. Elizabeth Warren unveils environmental justice plan. CNN.
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