Cavalli-Sforza: el humanista convertido en evolucionista o por qué el ser humano es un modelo para estudiar la evolución

 

Luis E. Eguiarte y Daniel Piñero, Departamento de Ecología Evolutiva

Introducción

Luigi Luca Cavalli-Sforza, uno de los más importantes biólogos evolutivos modernos, falleció recientemente, el 31 de agosto del 2018, a los 96 años.

Hace tiempo, buscando un dato esotérico que nos encargó Clementina Equihua, co-editora de nuestro Oikos= (Pregunta ¿de qué organismo era el ADN con el que Watson y Crick describieron la estructura del ADN? En la nota publicada en el número 24 de Oikos= encontrará el texto completo con la respuesta) y releyendo el clásico (y controversial) The Double Helix de James D. Watson, encontramos de repente en el Capítulo 20 mención a un joven Cavalli-Sforza (sin primer nombre, y sin más datos), describiendo los experimentos de su amigo y colaborador, el genetista de bacterias Joshua Lederberg que, cuando apenas tenía 20 años, descubrió la recombinación y los procesos sexuales en Escherichia coli (estudio por el cual le concedieron el premio Nobel en 1958). 

     Efectivamente, aunque la principal contribución de Cavalli-Sforza fue el estudio detallado de la genética de poblaciones humanas, inició su carrera científica trabajando experimentalmente con el estudio de la recombinación en bacterias con Lederberg, bajo la dirección del mismísimo R.A. Fisher en Cambridge entre los años 1948 y 1950. En esos años con Fisher, Cavalli-Sforza se interesó en las poblaciones humanas y las estudió usando los pocos marcadores genéticos que se tenían en esas fechas, en particular los grupos sanguíneos A, B y O, los grupos MN y el factor Rh, temas que también le interesaban mucho a Fisher. Con esas ideas en mente, Cavalli-Sforza comenzó a trabajar sobre la deriva génica en poblaciones humanas aisladas en el norte de Italia, su país natal.

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Imagen: Consuelo Bautista. Periódico El País