Innovador micro-arreglo para diagnosticar enfermedades diarréicas

J.N Martínez Sánchez


La doctora Valeria Souza, del laboratorio de Evolución Molecular y Experimental de nuestro Instituto, junto con Luis Eguiarte, Luis David Alcaraz, Andrea González y Luna Sánchez del Instituto de Ecología, así como Rosario Morales, Gabriela Delgado, Cecilia Ximénez, Rene Cerritos y Valeria Zermeño, de la facultad de Medicina, desarrollaron un innovador microarreglo de ADN que sirve para detectar microorganismos enteropatógenos, es decir aquellos que provocan enfermedades gastrointestinales. Esta nueva herramienta será útil desde para diagnosticar enfermos hasta para identificar patógenos en el agua o alimentos contaminados y así prevenir enfermedades diarreicas.

     Según la Organización Mundial de la Salud, las enfermedades diarreicas son de las principales enfermedades de la niñez en el mundo. Se estima que cada año mueren 760 mil infantes por estas enfermedades en todo el mundo y que en países en desarrollo, los niños menores de tres años sufren alrededor de tres episodios de diarrea al año. Esta tecnología “consiste en una membrana donde hay una serie ordenada de 180 puntos de ADN abierto que representan genes específicos relacionados con la invasión, adherencia y toxicidad de microorganismos (bacterias y protozoarios) causantes de diarrea. Estos puntos tienen el propósito de actuar como ‘anzuelos’ que detecten genes similares en el agua, alimentos o muestras de tejidos o desechos humanos a los cuales se les extrae el ADN y se marca con fluorescencia”, explicó la Dra. Souza.

     Es de esta manera que detecta “180 factores de patogénesis de manera simultánea así como varios genes asociados al ambiente sano o enfermo de todo tipo de muestras, tanto ambientales como hospitalarias. El diagnóstico es rápido (un día) y la membrana al ser dinámica puede modificarse a medida de que surgen nuevos patógenos”, detalló la doctora.

Un invento con múltiples aplicaciones y beneficios

  • Este innovador invento se distingue por acelerar el diagnóstico de estas enfermedades y así convertirse en una nueva estrategia de prevención de la diarrea. Asimismo, resulta más económico que otras técnicas utilizadas actualmente.
  • Destaca porque emplea una técnica molecular muy sólida e informativa y no requiere equipo ni entrenamiento sofisticado, “por lo cual se puede capacitar a las personas a nivel técnico o bachillerato para que ellos mismos hagan el diagnóstico de su agua o de sus animales”, lo que lo convierte en un instrumento relativamente fácil de usar, mencionó la investigadora del IE.

     Ahora bien, dicha tecnología ayudará a predecir sitios en donde se podrían registrar brotes epidémicos, por ejemplo ante desastres por inundaciones o cuando haya contaminación en lotes de alimentos. Esto representa una gran ventaja para implementar acciones de prevención.

     La doctora agregó que el microarreglo es fácil de usar, por lo que se buscará que esté accesible para cualquier usuario que quiera diagnosticar su entorno, “pero idealmente debe de estar asociado a los sistemas de salud de los municipios o comités de productores”… Los Centros de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTAS) del país serán usuarios ideales, dado que la tecnología es barata, fácil de aprender y no requiere de infraestructura sofisticada. Es por esto que también se buscará que los jóvenes de estas escuelas adquieran el conocimiento necesario para aplicar el microarreglo en beneficio de sus comunidades. “ La idea es que los usuarios ‘se empoderen’ y utilicen este y otros datos ambientales para poder predecir brotes y avisar a las autoridades competentes”, agregó la académica de la UNAM.

     Este proyecto obtuvo el tercer lugar en el Programa de Fomento al Patentamiento y la Innovación (Profopi) que entrega la Coordinación de Innovación y Desarrollo de la UNAM.

     Se planea que el micro-arreglo sea comercializado ya que la empresa Encore Biotechnology se encuentra en proceso de adquirir la patente de la UNAM. De igual forma, se espera obtener la patente internacional gracias a que “el patentamiento protege una idea y da garantías para comercializar esa idea. En el caso de la membrana se necesita producir en forma masiva y debe de haber ‘centros de lectura e implementación’ que apoyen a los usuarios comerciales de la membrana en el uso del equipo que como individuos no podrían comprar”, finalizó la Dra. Souza.

Fuente

Romero, L. 2015. Microarreglo para detectar microbios causantes de afecciones intestinales. Gaceta UNAM. 29 de junio, 2015.